IMarieta de Veintemilla es una mujer que rompe todos los esquemas del pensamiento patriarcal del S.XVIII, porque incursiona en el ámbito político, filosófico, literario y social de un Ecuador cargado de luchas intestinas, de facciones que se enfrentan sistemáticamente por el poder, y de corrientes de pensamiento, conservadoras y liberales que se disputan el control de una nación en ciernes, a través de la conformación de ejércitos regionales e imposición de la fuerza militar.
MARIETA DE VEINTIMILLA
Su nacimiento se produce el 8 de septiembre de 1828. Es hija de un caballero ecuatoriano, José de Veintemilla, quien en su estadía en Lima conoce a una famosa cantante de ópera, Marieta Marconi Ferretti, cantante de una compañía italiana, que estaba de gira en el Perú y se enamora profundamente de ella. Marieta nace a bordo del barco que los lleva al Ecuador y heredará la piel blanca, los ojos intensamente azules y el cabello rubio de su madre europea. Pero, muy tempranamente quedará huérfana de padre y madre, siendo criada por su tío, Ignacio de Veintemilla, quien la llevará a vivir en el palacio de gobierno, una vez electo presidente.
Marietta es encarcelada y su prisión dura 8 meses, luego de los cuales y por intervenciones extranjeras es exiliada en Perú. Uno de sus alicientes será la imponente manifestación de personas que la quieren y respaldan y que salen a darle una cálida despedida, cuando ella viaja hacia Guayaquil para tomar el barco del exilio. Estas manifestaciones de apoyo se producen a lo largo de su viaje, en Quito, Ambato, Guaranda, San Miguel y en la misma ciudad de Guayaquil
A lo largo de sus escritos políticos, Marietta muestra sus puntos de vista, que están centrados en la defensa de un pensamiento liberal, que traerá para Ecuador y América libertad y progreso económico, de la necesidad de educar a las masas populares para que no sean un monigote manipulable en manos del populismo y el fanatismo, que tanto daño le han hecho al país. En el pensamiento social, Marietta tiene dos prioridades de las cuales habla, los indígenas y las mujeres. Ella se lamenta del analfabetismo de las masas populares, que están excluidas de los efectos benéficos de la educación y de que los gobiernos de América Latina están en manos de una minoría ilustrada que se apoya en un ejército para mantener el poder, pero que en la mayoría de ocasiones no tienen programas claros de gobierno dirigidos al progreso social de los masas empobrecidas.
Los problemas de los indígenas, para Marietta, son fundamentalmente de orden económico, pues éste causa la opresión en que viven y por esto no logran acceder a la educación. Ella cree que con la educación se lograría integrar a los indígenas como seres activos en el progreso social del país. Ella defiende también la educación para las mujeres, pues señala que todos los seres humanos tienen derecho a la instrucción y que sin esta no habrá integración ni progreso. También denuncia el sistema penal, las crueldades y las torturas, que observó en la cárcel cuando estuvo prisionera y que la impactaron duramente, mostrando una faceta del poder desde su condición de vencida.